martes, 27 de enero de 2009

Artículo Esperanza Oña en La Razón


Obama & ZP


España ha pasado de tener el Gobierno más antiamericano de Europa a contar con un presidente que cree que es como Obama y Obama es como él. Por desgracia para los españoles nada más lejos de la realidad.

Estoy convencida de que Obama ejercerá de presidente de los EE UU, el país más poderoso del mundo, como ya nos recordó en su toma de posesión. ZP ejerce cada día de político universitario que se divierte con sus ocurrencias y con sus revanchas ideológicas.

Las diferencias entre ambos han empezado a evidenciarse con claridad en el acto de toma de posesión del presidente americano.

Obama hizo y dijo cosas completamente incompatibles con la mentalidad acomplejada del «progre» que nos gobierna. Veámoslo.

Mientras ZP se recrea en el laicismo y presume de anticlerical, Obama fue a misa con su familia antes de presentarse ante el mundo; un pastor protestante intervino previamente a su juramento y otro lo hizo después; rezó un Padrenuestro con la multitud allí reunida; se apoyó en la Biblia para reforzar su mayor compromiso; juró el cargo en lugar de prometerlo y pidió la ayuda de Dios para ejercerlo.

Mientras ZP fomenta una España de buenos y malos, Obama eligió la Biblia de Lincoln, presidente republicano que abolió la esclavitud defendida entonces por los demócratas; apeló a la memoria histórica para unir a todos los americanos por igual refiriéndose, entre otras, a la batalla de Gettisburg que dio la victoria en la Guerra de Secesión o Guerra Civil de los EE UU al bando del norte, abolicionista y republicano, en detrimento del sur, esclavista y demócrata; consideró su obligación trabajar por la igualdad, como promesa Divina, en vez de como principio socialista que es lo que haría nuestro presidente, recordando la guerra para avivar rencores y defender a unos pero no a otros.

Mientras ZP diluye cada día la identidad española cuestionando nuestras costumbres y respaldando otras, Obama dijo que no pediría perdón por el estilo de vida americano ni vacilaría en defenderlo y advirtió al mundo musulmán: occidente no es culpable de los males que os aquejan.

Mientras ZP terminaría su discurso con el capullo y la bandera socialistas, Obama prefirió animar diciendo que Dios les llama para dar forma a un destino incierto; que con la gracia de Dios sobre los hombros salvarán la libertad y se despidió pidiendo a Dios su bendición para él y para América.
Éstas son sólo las primeras diferencias.

* Esperanza Oña es portavoz del PP-A en el Parlamento andaluz

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